
En Paraguay, el desarrollo de videojuegos sigue siendo un terreno fértil, pero también incierto. Con una comunidad que crece desde las sombras y un Estado que recién empieza a mirar hacia la industria naranja, hay quienes llevan años impulsando esta escena con pasión y convicción.
Marco Brunetti es uno de ellos. GameDev, mentor y actual presidente de IGDA Paraguay, tiene una misión clara: profesionalizar el desarrollo nacional y proyectarlo al mundo.
Conversamos con él en una charla que mezcla memoria, visión estratégica y amor por los videojuegos. Porque, como él mismo dice, “esto no es un hobby, es una industria creativa con identidad propia”.
Un recorrido que comenzó en Flash
“No es algo nuevo”, advierte Brunetti desde el inicio. “Yo tengo registrados 298 juegos hechos por paraguayos, desde 2008, en su mayoría en Flash. Y eso sin contar los que se hicieron en competencias o se perdieron con el tiempo”.
La historia del GameDev local, explica, no empezó con IGDA ni con los smartphones, sino con comunidades dispersas, foros de desarrolladores y grupos de Facebook. “Era un mundillo muy cerrado. Todos nos conocíamos. Yo hice un juego, vos hiciste otro. Así fue creciendo la cosa”.
Pero lo que parecía un hobby de nicho fue tomando forma, en parte gracias al surgimiento de motores como Unity o Unreal Engine. “Antes, hacer un juego desde cero era impensable. Hoy los motores están más accesibles, y eso sacó la idea del desarrollo del terreno de lo imposible”.
En 2014 se fundó el capítulo paraguayo de la IGDA (International Game Developers Association). Fue un paso estratégico: “Teníamos que construir desde cero, pero al menos contábamos con la estructura de la IGDA global. Nos dio mentorías, red de contactos y una visión a largo plazo”.
Desde entonces, la comunidad creció, aunque no sin desafíos. Brunetti insiste en que uno de los principales aportes de IGDA Paraguay es su apertura: “Cualquiera puede formar parte. No hay cuotas, no hay filtros. Solo hay que contactarnos, y te pasamos los grupos donde se mueve la comunidad”.
Ese contacto, afirma, fue clave para su propia carrera: “Yo encontré trabajo gracias a IGDA. Asistí a charlas, mostré mis juegos, pedí consejos. Así conocí al dueño de un estudio que me dijo: ‘¿Querés trabajar con nosotros?’. Renuncié a mi laburo anterior y me metí de lleno. Por eso estoy donde estoy”.
Descentralizar y expandir
Una de las luchas actuales de Brunetti y del gremio es la descentralización. “Todo se sigue concentrando en Asunción. Pero hay talento en Ciudad del Este, en Villarrica, en el Chaco. Queremos llegar a todos”.
Para lograrlo, IGDA lanzó el programa de embajadores: representantes voluntarios que impulsan actividades, talleres y conexiones en sus comunidades. “Ya tenemos gente en Villarrica y estamos por empezar en Ciudad del Este. La idea es cubrir todo el país con embajadores comprometidos, que conozcan su zona y se mantengan conectados con la comunidad nacional”.
Pasión, sudor y lágrimas
Cuando se le pregunta por el estado actual de la industria, Brunetti no escatima en realismo: “Hacer un juego es fácil. Hacerlo divertido es otra historia. Y hacer que ese juego tenga impacto… eso ya es un desafío enorme”.
Pero no todo es obstáculo. Hay logros, proyectos en curso, estudios que consiguen inversión, títulos que reflejan nuestra identidad. Malavisión y Factions son dos ejemplos locales con reconocimiento. “Tenemos juegos que incorporan mitología guaraní, humor paraguayo, formas propias de contar historias. Eso ya es una identidad. No hace falta que un juego hable de Karai Pyhare para ser paraguayo”.
A lo que apunta Brunetti es a una industria con voz propia, que sepa diferenciarse y que pueda contagiar al público gamer local. “Nos falta muy poco para que nuestros jugadores abracen los juegos nacionales. Es cuestión de visibilidad, de catálogo, de llegar al streamer que diga: ‘Voy a jugar este juego hecho acá’”.
De GTA San Andreas al stand-up virtual
En la sección final de la entrevista, más distendida, Marco cuenta que su primer juego fue un shoot’em up de avioncitos, que perdió por no usar Git. Y que uno de los proyectos que más le emocionó fue un simulador de stand-up comedy que desarrolló en 10 días para la Global Game Jam.
“Es sencillo, pero está pulido. Elegís chistes, ves cómo reacciona el público. Tiene algo muy nuestro. Ese tipo de juegos, chiquitos pero con identidad, son un buen camino”.
Su juego favorito: GTA San Andreas. “No tenía consola ni PC, solo mi celular. Después, cuando por fin tuve computadora, jugaba a eso sin hacer misiones, solo dando vueltas. Fue un mundo nuevo”.
El ejemplo polaco
Cuando habla de sueños, Brunetti piensa en Polonia. Más específicamente, en CD Projekt Red, el estudio que puso a su país en el mapa mundial del gaming. “Ellos también arrancaron en un contexto difícil. Pero apostaron fuerte, sacaron The Witcher y demostraron que se puede”.
¿Es posible un ‘The Witcher paraguayo’? Brunetti no descarta nada, pero reconoce que falta “ese juego viral que ponga a Paraguay en la conversación global”. Mientras tanto, trabaja desde su trinchera para que la base esté sólida cuando llegue ese momento.
El rol del Estado
En los últimos años, la relación entre el gremio y el Estado comenzó a consolidarse. Hubo acercamientos con el Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fondec) y la Secretaría Nacional de Cultura. Algunos juegos ya fueron financiados con fondos públicos.
“El Estado ya ve que esto tiene valor. No solo económico —ya estamos moviendo tres millones de dólares al año— sino también cultural. Un juego es una obra audiovisual, un producto creativo que cuenta quiénes somos”.
Sin embargo, queda trabajo por hacer. Para Brunetti, el sector necesita un plan nacional para la industria creativa digital, donde el videojuego tenga un lugar central. “Nosotros hacemos el trabajo de base, formamos, conectamos, mostramos. Pero si queremos jugar en primera, necesitamos políticas públicas que entiendan este potencial”.
“Estamos en camino”
La última reflexión de Brunetti es un llamado a confiar, a construir comunidad y a seguir soñando en grande:
“Hace 15 años empezamos con Flash. Hoy ya movemos millones, tenemos estudios, tenemos historia. Solo falta que la gente lo sepa. Y que los que desarrollan no se rindan. Porque esto se puede, se está haciendo, y se va a lograr”.
¿Querés ser parte del GameDev paraguayo?
Buscá a IGDA Paraguay en redes, unite a los grupos y empezá a crear. Porque la próxima gran historia del gaming local puede ser la tuya.
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