
Highlights
Una red global con más de 20.000 miembros. 764 opera como un culto digital nihilista centrado en la violencia extrema contra menores.
Los depredadores actúan dentro de comunidades masivas. Roblox y Minecraft son los principales puntos de captación y grooming.
La extorsión escala hasta amenazas reales. Swattings y filtración de datos son usados para forzar a niños a producir más material.
El experto en ciberseguridad Ryan Montgomery encendió las alarmas durante su aparición en The Shawn Ryan Show. Allí reveló la existencia de “764”, una red internacional de miles de usuarios dedicada a captar, extorsionar y destruir psicológicamente a niños y adolescentes en espacios digitales. Lo que describió no se parece a un grupo de depredadores aislados: es una maquinaria organizada, con códigos internos y una lógica de crueldad sin precedentes.
El culto digital del nihilismo extremo
Según Montgomery, 764 funciona como un culto nihilista que busca reconocimiento a cualquier costo, positivo o negativo. Su núcleo es la violencia extrema: obligan a niños a producir contenido explícito, grabarse autolesionándose, torturar animales o someterse a situaciones degradantes frente a audiencias en vivo. La policía, afirma, ya clasifica a 764 como una “red de terror” por su escala, alcance y daño.
Extorsión, coerción y amenazas en tiempo real
La operación empieza con grooming silencioso. Los miembros se infiltran en foros, grupos de salud mental y plataformas populares entre menores, como Roblox y Minecraft. Primero se presentan como amigos; luego manipulan y fuerzan a sus víctimas a producir imágenes comprometedoras. Una vez obtenidas, las usan como arma: amenazan con revelar datos personales, tarjetas, direcciones o números de sus padres.
Para demostrar su poder, llegan a ejecutar swattings: llamadas falsas a la policía para provocar despliegues armados en la casa de la víctima. Este acto, dice Montgomery, convence a los niños de que la amenaza es real.
Roblox y Minecraft, los terrenos de caza

La investigación señala que los más de 20.000 integrantes de 764 utilizan principalmente dos videojuegos masivos: Minecraft y Roblox. Ambos títulos, con comunidades gigantescas y alta concentración de menores, ofrecen terreno perfecto para operativos de captación. Montgomery destaca que Roblox, con 75 millones de usuarios activos diarios, es el espacio más riesgoso.
No es la primera vez que la plataforma se vincula con predadores, pero sí la primera en que se la relaciona con un sistema de extorsión masiva para producir CSAM (Material de Abuso Sexual Infantil).
El avance de las investigaciones oficiales
La presión pública y las denuncias crecientes llaman la atención de autoridades de EE. UU. Ken Paxton, fiscal general de Texas, se unió a Louisiana para acusar a Roblox Corporation de crear condiciones que permiten la proliferación de predadores. Mientras tanto, investigadores independientes como Montgomery continúan rastreando subgrupos, jerarquías internas y métodos de captación.
La urgencia de una respuesta global
El caso 764 expone el punto más oscuro de la interacción digital. Revela cómo espacios creados para el juego y la socialización pueden convertirse en canales de violencia extrema. El desafío trasciende a las plataformas: requiere políticas firmes, vigilancia activa y educación digital para niños, padres y comunidades enteras.
Montgomery insiste: la única forma de detener estas redes es exponerlas. Y eso exige investigación, cooperación internacional y una mirada al futuro donde la protección digital deje de ser opcional.
