
Highlights
Rockstar Games es acusada de despedir ilegalmente a más de 30 empleados por actividades sindicales.
IWGB denuncia un “ataque calculado” y promete acciones legales inmediatas.
Take-Two Interactive niega las acusaciones y alega “faltas graves” como motivo de despido.
Rockstar Games, el estudio detrás de franquicias como Grand Theft Auto y Red Dead Redemption, enfrenta una grave acusación tras despedir a más de 30 empleados de su equipo en Reino Unido. Según la Independent Workers’ Union of Great Britain (IWGB), los despidos se produjeron como represalia por la participación de los trabajadores en actividades sindicales, algo que el sindicato calificó como “el acto más flagrante de represión laboral en la historia de la industria del videojuego”.
Despidos y acusaciones
Los hechos habrían ocurrido el 30 de octubre de 2025, cuando más de 30 trabajadores fueron informados de su desvinculación. Todos eran miembros activos del IWGB y participaban en un canal privado de Discord donde coordinaban acciones y compartían reclamos relacionados con condiciones laborales.

De acuerdo con los organizadores del sindicato, varios de los despedidos dependían de programas de salud y visados laborales gestionados directamente por Rockstar Games, subsidiaria del gigante Take-Two Interactive. Esto agrava la situación, ya que podría implicar el fin de su estancia legal en el país.
En un comunicado, Alex Marshall, presidente del IWGB, condenó duramente la decisión:
“Rockstar acaba de llevar a cabo el acto de represión sindical más descarado y despiadado en la historia de los videojuegos. Este desprecio absoluto por la ley y por las vidas de quienes generan sus miles de millones es un insulto tanto para sus empleados como para la industria global.”
Marshall añadió que, a pesar de la situación, los miembros del sindicato “seguirán organizándose por respeto y mejores condiciones”, y confirmó que la organización emprenderá acciones legales para buscar la reincorporación inmediata de los afectados.
La respuesta de Rockstar y Take-Two
La reacción oficial de la compañía llegó a través de Alan Lewis, jefe global de comunicaciones de Take-Two Interactive, quien negó las acusaciones y aseguró, en conversación con Bloomberg, que los despidos “se realizaron por faltas graves y por ningún otro motivo”.
No obstante, el comunicado no especifica qué tipo de faltas se habrían cometido ni ofrece pruebas concretas que sustenten la decisión, lo que ha aumentado la indignación entre los empleados y parte del público.
Contexto y repercusiones
El conflicto se produce en un momento en que los trabajadores de la industria del videojuego están cada vez más organizados. En Reino Unido, el IWGB ha liderado esfuerzos para sindicalizar estudios de desarrollo y mejorar condiciones laborales, especialmente tras años de denuncias sobre exceso de trabajo y “crunch”.
De confirmarse las acusaciones, Rockstar podría enfrentarse a sanciones legales significativas y a un golpe reputacional severo. El caso también podría sentar un precedente importante sobre los derechos laborales dentro de la industria del gaming, donde el sindicalismo aún es una excepción más que una norma.
