Highlights
– EA fue adquirida por $55 mil millones en la mayor compra apalancada del sector.
– Analistas prevén recortes, división interna y venta de IPs inactivas.
– Arabia Saudita usa el gaming como herramienta de legitimidad cultural global.
Electronic Arts (EA) ha sido adquirida por un consorcio encabezado por el Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita, Silver Lake (EE.UU.) y Affinity Partners, gestionada por Jared Kushner, en un acuerdo valorado en $55 mil millones. La operación incluye $20 mil millones en deuda, convirtiéndose en la mayor compra apalancada (LBO) en la historia del sector del entretenimiento interactivo.
Riesgos financieros y antecedentes
Las compras apalancadas (LBO, por sus siglas en inglés) implican adquirir una empresa mediante deuda, lo que conlleva riesgos significativos. Históricamente, casos como Toys R Us terminaron en colapso, mientras que otros como Hilton lograron salir fortalecidos.
En el caso de EA, los analistas advierten que la presión por pagar la deuda podría derivar en recortes, ventas de activos o despidos masivos en los próximos años.
Eric Bellomo (PitchBook) señaló que “el historial de compras apalancadas es mixto” y que EA buscará sinergias con Scopely —empresa también controlada por el PIF— para reforzar su presencia en el mercado móvil.
Cambios estratégicos esperados
Expertos del sector anticipan que EA podría dividirse en dos divisiones: una enfocada en deportes (EA Sports FC, Madden NFL) y otra en títulos narrativos o de acción (Battlefield, Mass Effect).
Además, podrían venderse IPs inactivas como Command & Conquer o Dead Space para reducir la deuda.
El nuevo grupo de control ve oportunidades en apuestas deportivas digitales y contenido multimedia, conectando los juegos con plataformas de streaming y transmisiones en vivo.
David Cole (DFC Intelligence) advierte: “Las compras apalancadas suelen derivar en recortes de costos y ventas de activos a corto plazo. EA podría centrarse únicamente en sus franquicias más rentables.”

Implicaciones geopolíticas
El acuerdo tiene un trasfondo más amplio: Arabia Saudita continúa su estrategia Vision 2030, con el objetivo de diversificar su economía y ganar influencia cultural global a través del gaming.
El PIF ya ha invertido en Nintendo, Scopely, Niantic, ESL FaceIt y EVO, consolidando su papel como actor clave en la industria mundial.
La adquisición de EA marca un paso decisivo en el uso del videojuego como herramienta de “poder blando”.
Joost van Dreunen (NYU School of Business) resume el contexto:
“Este acuerdo solo tiene sentido si genera nuevos ingresos a través de apuestas y medios integrados. Gaming is the new oil.”
Impacto interno y cultural
Aunque EA afirmó que no habrá despidos “inmediatos”, los analistas coinciden en que la reestructuración es inevitable.
Convertirse en empresa privada permitirá mayor libertad creativa, pero también implicará alinearse con los intereses estratégicos de los nuevos dueños.
La industria observa con cautela cómo esta operación podría redibujar las fronteras del entretenimiento digital, uniendo capital soberano, medios y tecnología en un solo ecosistema.
