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Los precios de los discos duros mecánicos (HDD) alcanzaron su punto más alto en los últimos dos años y todo indica que la tendencia alcista continuará durante 2026. El aumento se da en un contexto ya delicado para el mercado de hardware, marcado por la escasez y encarecimiento de RAM y SSD, configurando un escenario de presión sostenida sobre toda la cadena de almacenamiento.
Según reportes de Nikkei y DigiTimes, los precios contractuales de los HDD crecieron 4% trimestre contra trimestre, el mayor incremento registrado en ocho trimestres. El motor principal de esta suba no está en el consumo doméstico, sino en la demanda masiva de centros de datos, especialmente en Estados Unidos y China.
Centros de datos y la sed infinita de la IA
El crecimiento explosivo de la inteligencia artificial y de los servicios en la nube está redefiniendo el rol del HDD. Aunque el discurso público suele girar en torno a SSD ultrarrápidos, la realidad es que los HDD siguen siendo el medio más rentable y eficiente para almacenar volúmenes masivos de datos.
Los proveedores de servicios en la nube (CSPs) utilizan discos duros para alojar desde datasets de entrenamiento de IA hasta backups, logs de inferencia y grandes repositorios históricos. Cuando el almacenamiento escala de terabytes a exabytes, el costo por gigabyte se vuelve crítico, y ahí el HDD no tiene reemplazo inmediato.
TrendForce señala que la demanda de nearline HDDs de alta capacidad, utilizados específicamente en data centers, se mantiene “robusta” y en crecimiento constante. El problema es que, incluso con los fabricantes operando a plena capacidad, la oferta no logra acompañar el ritmo de expansión.
Producción al límite, oferta insuficiente

Uno de los puntos más relevantes del informe es que esta suba de precios no responde a recortes de producción, sino a un desbalance estructural entre oferta y demanda. Los fabricantes están utilizando sus plantas al máximo, pero el crecimiento de la infraestructura cloud —impulsada por IA, big data y computación intensiva— supera cualquier previsión conservadora.
Empresas del sector como Phison y Transcend vienen advirtiendo desde hace meses sobre posibles cuellos de botella en el suministro. El mercado empieza a asumir que 2026 podría ser un año especialmente duro para el hardware, con incrementos simultáneos en HDD, SSD y memoria RAM.
Impacto directo en consumidores y empresas
Aunque el foco inicial está en el segmento corporativo, el impacto terminará filtrándose al consumidor final. Un aumento sostenido en los costos de almacenamiento afecta desde PCs y laptops hasta consolas, servidores locales y soluciones de backup.
El patrón ya es familiar: la presión comienza en data centers, se traslada a contratos empresariales y finalmente llega al retail. Con RAM y SSD ya encarecidos, el HDD —tradicional refugio de bajo costo— deja de ser inmune.
Un 2026 marcado por la escasez
Todo indica que el mercado de hardware entra en 2026 con una tormenta perfecta: demanda récord, infraestructura al límite y pocas alternativas inmediatas. El HDD, lejos de desaparecer, vuelve a ser protagonista… pero esta vez, como un recurso cada vez más caro.
