
Highlights
• Ubisoft presenta Teammates, su experimento más avanzado con NPCs impulsados por IA generativa en un entorno FPS.
• Los personajes reaccionan a comandos de voz naturales, interpretan contexto y adaptan su comportamiento en tiempo real.
• La compañía apuesta a que la IA transformará el diseño de juegos tanto como lo hizo el salto al 3D.
Ubisoft presentó en París Teammates, un experimento de I+D que pretende transformar la relación entre jugadores y NPCs mediante IA generativa. No es un prototipo técnico más. Es un gesto de ambición: usar inteligencia artificial para construir aliados virtuales capaces de responder a comandos de voz, interpretar intenciones y adaptarse, en tiempo real, al estilo de juego de cada persona.
La compañía, que desde 2024 experimenta con sus llamados Neo NPCs, afirma que Teammates representa su primera experiencia completamente jugable con esta tecnología. Se ejecuta sobre Snowdrop, el motor usado en sus producciones AAA, y fue creado por un equipo de 80 desarrolladores —más del triple de los involucrados en los primeros prototipos de IA.
De Neo NPCs a compañeros vivos
En su comunicado, Ubisoft explica que el proyecto busca superar las limitaciones del prototipo inicial, donde los Neo NPCs demostraban lenguaje natural y razonamiento, pero en un espacio estático. Ahora, Teammates inserta esas capacidades en un entorno FPS tradicional: combate, misiones, exploración y caos. Todo sostenido por IA que reacciona al tono, contexto y voz del jugador.
Jaspar, el asistente digital integrado en el juego, es el ejemplo más visible del experimento. Reconoce al jugador, explica la narrativa, gestiona el HUD, modifica ajustes de accesibilidad e incluso sugiere objetivos. Lo hace con un aire de asistente personal, diseñado para reducir fricción y aumentar claridad sin romper el ritmo del gameplay.
Un sistema diseñado para sentir, no solo para mostrar tecnología
Durante la demostración, Teammates permitió dar órdenes informales como “Pablo, tomá la placa de la izquierda” o “Sophia, encargate de la otra”. Ambos NPCs interpretaban la orden sin depender de comandos rígidos o palabras exactas. Incluso podían participar en microinteracciones emocionales, como felicitarse después de un combate.

Ubisoft afirma que esta combinación de árboles de comportamiento y un modelo lingüístico se basa en una premisa: controlar el marco de lo que pueden hacer y decir, pero delegar en la IA la selección contextual. Esto abre la puerta a aliados que razonan en función del estado del juego, ofreciendo reacciones fluidas que van más allá del guion tradicional.
¿Revolución o prueba de laboratorio?
Xavier Manzanares, director de gameplay con IA generativa, afirma que la meta no es crear un producto comercial inmediato, sino validar sensaciones. “Si con la voz el jugador se siente más líder, más presente, más conectado, entonces vale la pena”, explica. Si no, se desecha.
El experimento aún está en estado crudo, pero ejecutivos como Yves Guillemot ya lo enmarcan como una transformación comparable al salto del 2D al 3D. Ubisoft afirma que todos sus estudios exploran IA generativa en programación, arte y calidad general, preparando terreno para una adopción amplia.
Una industria que camina hacia la personalización total
Si estas pruebas prosperan, la relación jugador–NPC dejará de ser unidireccional. El futuro de Ubisoft —y posiblemente del mercado— se orienta hacia juegos donde la voz, la intención y el contexto personal modelan la experiencia. Es una visión desafiante, polémica y llena de riesgos, pero también una oportunidad para redefinir lo que significa jugar en mundos virtuales.
