
Highlights
– Netflix no incluyó a WB Games en el valor de la megafusión.
– La compañía ve oportunidades, pero no las usó para el cálculo del acuerdo.
– El futuro de WB Games dependerá del plan transmedia del gigante del streaming.
La operación más ruidosa del año —los US$ 82.7 mil millones que Netflix puso sobre la mesa para adquirir la totalidad de Warner Bros. Discovery— dejó un detalle que hizo levantar cejas en toda la industria: la división de videojuegos de Warner no tuvo ningún valor asignado en el modelo financiero. Para Gregory Peters, co-CEO de Netflix, se trata de un activo “menor en el panorama general”. Una declaración que, en pleno auge del gaming como puente entre plataformas, genera más preguntas que certezas.
Una compra estratégica sin el gaming en la ecuación

Durante la presentación del acuerdo, Peters aclaró que el cálculo del negocio no incluye el potencial de Warner Bros. Games. Aun así, reconoció que su equipo ve oportunidades en propiedades como Hogwarts Legacy y en la experiencia de sus estudios internos. El mensaje es claro: Netflix no pagó por el gaming, pero sabe que podría explotarlo.
La jugada encaja con la estrategia más amplia del gigante del streaming: adquirir IP potentes, integrarlas en un ecosistema multiplataforma y reforzar su oferta más allá del video. Peters comparó la situación con un “bonus inesperado”: algo útil, pero no central para justificar la compra.
Competidores atentos y dudas dentro del sector
La operación desató reacciones mixtas. John Wright, CEO de Turborilla, interpretó la oferta como una batalla por “controlar la próxima década del entretenimiento transmedia”. En contrapartida, Rafael Brown, CEO de Symbol Zero, anticipó que Warner Bros. Games podría comenzar a perder talentos apenas se complete la integración.
En paralelo, Netflix aseguró que la oferta competidora de Paramount Skydance no altera sus planes. Peters definió el proceso como totalmente esperado y reforzó su seguridad en que la fusión avanzará. De todos modos, cualquier movimiento queda supeditado a autorizaciones regulatorias.
El plan de juegos de Netflix: cuatro frentes y una ambición
El interés de Netflix en el gaming no es nuevo, pero sí más claro. Desde hace dos años la compañía construye una división propia, dirigida ahora por Alain Tascan, ex-Epic Games. Peters explicó que el roadmap se estructura en cuatro áreas:
- Juegos para niños con alto estándar de seguridad y sin microtransacciones.
- Juegos de amplia popularidad, como Red Dead Redemption y GTA adaptados a móviles.
- Juegos narrativos basados en IP de Netflix, ampliando universos como Squid Game.
- Multiplayer casual para jugar en TV usando el smartphone como control, estilo “noche de juegos”.
El co-CEO destacó el crecimiento de títulos sociales como Boggle, Pictionary o LEGO, y adelantó la llegada del quiz show Best Guess, parte de una apuesta por reinventar la experiencia televisiva interactiva.
¿Qué le espera a Warner Bros. Games bajo Netflix?
Aunque Netflix no atribuyó valor económico al área, sus declaraciones dejan abierta la puerta a una integración progresiva. El potencial es enorme: desde IP ya probadas hasta estudios capaces de producir contenido transmedia. Sin embargo, el riesgo es igual de claro: reacomodos internos, pérdida de personal clave y redefinición de prioridades dentro de un catálogo que hasta ahora se sostuvo por éxitos aislados, no por un plan unificado.
La industria observa con atención. Si Netflix logra alinear juegos, series y películas en una sola estrategia, podría convertirse en un jugador transmedia dominante. Si no, Warner Bros. Games corre el riesgo de quedar diluida en un ecosistema orientado principalmente al streaming.
