
Capcom anunció en el Summer Game Fest 2025 Resident Evil 9: Requiem, con fecha de lanzamiento para el 27 de febrero de 2026, justo en el marco del 30.º aniversario de la saga. La noticia emocionó a muchos, pero también me hizo preguntarme: ¿qué tanto hay de innovación y qué tanto de un regreso calculado al pasado?
La historia vuelve a Raccoon City, la ciudad donde se originó todo. Esta vez estaremos en los zapatos de Grace Ashcroft, agente del FBI e hija de un personaje de Resident Evil Outbreak. Una protagonista nueva, sí, pero otra vez ligada a la vieja cronología. ¿Es realmente un paso hacia adelante o una jugada para despertar la nostalgia de los veteranos de la saga?
En lo jugable destacan dos cosas: la posibilidad de elegir entre primera y tercera persona desde el inicio y el uso de la luz como herramienta de supervivencia. Se sienten como mejoras interesantes, aunque no revolucionarias. Al final, lo que promete Requiem es volver a lo básico del survival horror: munición escasa, tensión constante y enemigos que obligan a pensar cada movimiento.

Y ahí surge mi duda: ¿de verdad necesitamos regresar otra vez a las ruinas de Raccoon City para sentir miedo? Entiendo el valor histórico y el peso emocional que tiene ese escenario, pero también me preocupa que Capcom esté jugando demasiado seguro. Como fan, me encantaría ver algo más arriesgado, que expanda el universo en lugar de depender tanto de lo ya conocido.
Aun así, quiero creer que este regreso no será solo un golpe de nostalgia, sino una oportunidad para demostrar que Resident Evil todavía tiene mucho por ofrecer. Quizás Requiem consiga lo más difícil: honrar el pasado mientras construye el futuro.