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Un bug en el sistema DNS de AWS provocó la caída global de Internet.
Juegos como Fortnite estuvieron inactivos casi 15 horas.
El fallo evidenció la fragilidad de la infraestructura digital moderna.
El pasado 20 de octubre, una falla masiva en Amazon Web Services (AWS) paralizó buena parte de Internet, dejando fuera de servicio durante casi 15 horas a plataformas como Fortnite, Roblox, aplicaciones móviles, servicios en la nube e incluso dispositivos inteligentes. Días después, los ingenieros de Amazon publicaron un informe técnico que detalla qué sucedió realmente, y el diagnóstico es sorprendente: todo se debió a un único bug.
Según el documento, el problema comenzó en DynamoDB, el sistema de gestión de DNS de AWS, responsable de equilibrar la carga de los servidores a medida que cambian las condiciones de uso. Dentro de este componente opera un módulo conocido como DNS Enactor, encargado de actualizar las tablas de búsqueda de dominios.
El error que desató el caos
Todo se originó cuando el DNS Enactor empezó a registrar “retrasos inusualmente altos” al intentar actualizar varias terminales de DNS. Al detectar la demora, un segundo Enactor de respaldo entró en acción para mantener el servicio estable. Sin embargo, el primero volvió a operar parcialmente y comenzó a sobrescribir las actualizaciones del segundo, generando un conflicto interno entre ambos procesos.

El sistema de seguridad diseñado para evitar esta clase de conflictos no logró activarse debido al exceso de retrasos. Como resultado, el segundo Enactor eliminó la configuración del primero —que ya estaba activa nuevamente— y con ello borró todas las direcciones IP del punto de acceso regional.
Una reparación manual y una lección costosa
El error fue tan complejo que requirió la intervención manual de ingenieros de Amazon, quienes trabajaron durante horas para restaurar las conexiones y normalizar los servicios. La interrupción se convirtió en una de las más graves en la historia reciente de AWS, afectando no solo a los videojuegos en línea, sino también a aplicaciones médicas, sistemas de pago y dispositivos domésticos inteligentes.
Si bien Amazon aseguró que se implementarán nuevas medidas para prevenir incidentes similares, los expertos advierten que la interdependencia digital vuelve cada vez más vulnerables los servicios globales. Un solo error en una línea de código puede tener consecuencias a escala planetaria.
